Tarta de queso

Ésta es una tarta de queso que no necesita horno, es muy fácil de hacer y además es muy fresquita. A pesar de estar en Noviembre, no se ha ido el calor del todo (aunque ya le queda poco), así que apetece muchísimo comerse una porción recién sacada del frigorífico. Además, está mucho mejor de un día para otro, porque la capa de las galletas se endurece un poquito y la capa del queso coge consistencia.

No se tarda mucho en hacer. Lo que hay que esperar un poco más es en que se enfríe la capa de galletas una vez horneadas, y luego el par de horas para que cuaje en la nevera, pero por lo demás, es muy muy sencilla.

La receta está cogida del libro de Samantha Vallejo Nájera, con la modificación de poner mermelada de fresa por encima en vez de fruta. La he hecho dos veces, la primera siguiendo las instrucciones de la receta donde dice que el molde adecuado debe ser redondo y desmoldable de unos 35 cms. Pero ha salido mejor la segunda vez, con un molde totalmente diferente, alargado, no desmoldable y de menos cms, para que salieran las capas más gruesas.

INGREDIENTES: 

• 1 caja de galletas tipo Digestive.
• 220 de queso de untar tipo Philadelphia
• 200 grs. de nata montada
• 150 grs. de mantequilla derretida
• 3cucharadas soperas de azúcar
• 1 cucharada de zumo de limón
• Mermelada de fresa o a gusto del consumidor

ELABORACIÓN: 

Triturar las galletas. Se puede hacer metiéndolas en una bolsa y dándoles porrazos contra la encimera, o bien con el accesorio picador de la batidora. Empecé haciéndolo con el primer procedimiento (muy útil como terapia anti stress), pero para que quede fino de verdad, terminé machacándolas con la picadora.

Derretir la mantequilla en el microondas y añadir a las galletas. Formar una pasta, aplanar bien en el molde, y hornear durante 15 minutos a  180º. Dejar enfriar. Tarda un buen rato. Para agilizar el proceso, lo saqué a la terraza cubierto con un paño.

En un bol, mezclar el queso de untar, la nata ya montada, el azúcar y el limón. Poner la mezcla sobre las galletas ya enfriadas y meter en el frigorífico durante una hora por lo menos, para que se endurezca. 

Transcurrida la hora, la podemos decorar con mermelada, o con gajos de frutas.

Se recomienda esperar unas 2 horas antes de comer, que cuaje un poco más en el frigorífico, aunque todavía está más buena al día siguiente.

Hasta la próxima!