martes, 29 de julio de 2014

Canelones de atún y champiñones




Este blog tenía una carencia garrafal, y es que faltaba la receta del super plato favorito de Claudia, el que siempre me pide y del que nunca se cansa!. Y con lo que llenan, nunca está conforme con el número de canelones o "rulitos". Siempre quiere repetirrr!!!.
Es muy sencillo de hacer, aunque requiere algo de tiempo. Por eso, siempre aprovecho para hacer una ración extra y congelarla. Viene bien tener una ración de repuesto para cualquier día que encarta tener la comida ya hecha. :-)

Ahí va la recetuqui, muy fácil y además la parte de enrollar los canelones pueden hacerla perfectamente los niños, les suele divertir bastante.


INGREDIENTES:  (Para dos personas, a cinco canelones por cabeza)

  • 10 láminas de canelones. Vale cualquier marca, pero a mí me encantan los de la marca Gallo, y no pre-cocidas.
  • 2 latas de atún en aceite de oliva o al natural.
  • Champiñones en conserva.
  • Tomate frito
  • Queso para rallar por encima
  • Pan rallado
  • Mantequilla


Para la salsa bechamel: 

  • Una nuez de mantequilla
  • Leche entera
  • Harina
  • Sal
  • Nuez moscada


ELABORACIÓN: 

Ponemos a hervir las placas de los canelones siguiendo las instrucciones de cada marca. Mientras se hacen, picamos fino los champiñones y los mezclamos con el atún en un plato. Reservamos.


Hacemos la salsa bechamel, calentando la mantequilla en un cazo e incorporando poco a poco y de forma alternativa la harina y la leche, hasta conseguir el espesor adecuado, no demasiado espesa. Añadimos sal a gusto y nuez noscada, que es fundamental para el buen sabor de la salsa.
Sobre el relleno picado de los champiñones y el atún, echamos un buen chorro de salsa bechamel y revolvemos. 
Escurrimos las placas ya hervidas y las ponemos sobre un trapo de cocina limpio, extendido sobre la encimera. Y con una cucharilla, procedemos a poner el relleno en cada plaquita y a enrollar los canelones.

En la fuente donde los vayamos a poner, echar un pequeño chorro de tomate frito y vamos colocando los rollitos. Cuando ya estén colocados, echamos otro poco de tomate frito por encima y a continuación la bechamel. Finalmente, rallamos el queso.



Ya están listos para meter al horno. 
Para que queden bien gratinados y si se quiere una costrita por encima crujiente y tostada, el truco está en espolvorear un poco de pan rallado sobre unas lascas de mantequilla.

Y a disfrutar!




Hasta la próxima! ;-)